Merecida derrota en Burgos
- @ocbista
- 21 dic 2015
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Mal partido del Unión Financiera en Burgos por tercera temporada consecutiva, saldado con una nueva derrota que fue menos abultada gracias a que en el último cuarto los de Marco pudieron maquillar el marcador hasta el 78-63 final. La diferencia se había llegado a mover en torno a los 25 puntos en el tercer cuarto, merced a la superioridad del San Pablo Inmobiliaria en casi todos los aspectos del juego.
Empezó el Unión Financiera bien el partido, concentrado y aprovechando sus ataques para plantarse con 9-12, obligando a Epifanio a pedir un TM del que su equipo salió como un ciclón, logrando un parcial de 11-3 con el que logró la dinámica de juego que necesitaba. Buenas penetraciones, apertura del juego hacia el perímetro, superioridad en el rebote (50% de tasa de rebote ofensivo, 70% en el defensivo) y buena actividad defensiva.
Tras el 20-15 del primero y pese a un inicio trabado del segundo cuarto en el que las continuas faltas lastraban la anotación de ambos equipos, un triple de Fornás fue el detonante de una nueva ráfaga burgalesa que les llevó con rapidez al 30-19. Esa ventaja se mantuvo hasta el descanso, aunque sobre la bocina Edu Martínez la llevó hasta los 14 puntos con un triple tras robo de balón en una posesión muy mal gestionada por el Unión Financiera. El San Pablo Inmobiliaria no encontraba oposición para jugar sus sistemas, moviendo con fluidez el balón hasta los cuatro-cinco metros del aro y metiendo balones al poste con extrema facilidad.
El arranque del tercero mostró a un OCB ligeramente más agresivo, pero incapaz de ser sólido bajo el aro por lo que los locales iban ampliando su ventaja anotando desde cualquier posición, castigando las pérdidas de los de Marco y llevando la iniciativa con marcadores que reflejaban diferencias cercanas a los 25 puntos con los que se cerró el tercer parcial (66-41).
En el último, igual que sucedió en Logroño, el Unión Financiera aprovechó mejor sus opciones, arrancó con un buen parcial y consiguió aprovechar la relativa relajación de los burgaleses, que entre otras cosas permitieron que los de Marco igualasen el apartado reboteador, hasta reducir la desventaja en 10 puntos.
Mal partido pues del OCB, que de nuevo echa en falta a Kevin van Wijk lejos de Pumarín (5 puntos y ningún rebote), que sobrevive con el acierto de Swing (16 puntos) y una actuación bastante productiva de Hearst (15 puntos) y que no puede competir si sus pivots apenas presentan oposición a los rivales (apenas cuatro puntos entre Cabanas y Trist, que al menos logró 10 rebotes) y los exteriores se muestran erráticos (0 de 6 en tiros de tres entre Víctor y Swing). Tampoco tuvo una buena actuación Miso que pese a jugar en una posición donde debería encontrarse más cómodo, estuvo por debajo de actuaciones anteriores.
Por su parte Miraflores aprovechó bien sus virtudes, especialmente el equilibrio de una plantilla donde muchos jugadores pueden aportar anotación y los centímetros y saber hacer en la pintura de los interiores, generando segundas oportunidades en una noche que como señaló su técnico fue la mejor de los suyos desde su llegada. Su mejor jugador fue Maresch que con apenas 13 puntos lideró la anotación de su equipo y con 18 de valoración fue el MVP del partido.
Pese a que la temporada es indiscutiblemente buena, la solidez en Pumarín no impide que resulte frustrante que el equipo se muestre poco competitivo a domicilio con tanta frecuencia. Lo es para el aficionado y también para un Carles Marco
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