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Visita Pumarín un equipo lleno de jugadores que hacen grande la LEB Oro

  • @ocbista y @m_jordan9
  • 16 dic 2015
  • 5 Min. de lectura

Esta noche (20:30) aterriza en Pumarin un equipo que cada año crece a pasos agigantados, el Palma Air Europa de Ángel Cepeda. Los baleares llegan a Oviedo como segundos clasificados (el OCB es 8º), con un balance de 9 victorias y 3 derrotas, la última de ellas el pasado sábado ante Clavijo. Esta situación en la tabla le hace jugar con la ilusión de participar en la Copa Princesa que tiene todas las papeletas para organizar Palencia por segundo año consecutivo.


La plantilla de Palma reúne a varios de los mejores jugadores de la Liga: Mikel Uriz, que el año pasado fue el mejor base y que es un asistente incansable, un buen jugador de pick and roll y un buen defensor. Le da descanso Alvarado, quien repite el rol que tuvo el año pasado en Valladolid. En el exterior, Edu Durán, una de las grandes revelaciones del inicio de liga, gran tirador al que no se puede perder de vista, y Jorge Romero, que acaba de llegar para suplir la baja de larga duración de Mutakabbir. Junto a ellos un recuperado Feliu y un Adrián Méndez que justifica la apuesta que se hizo por él. En el interior, el mejor jugador de la historia de la liga y actual máximo anotador de lo que llevamos de temporada, el ejemplar Richi Guillén, acompañado de tres versátiles ala-pívots: Javi Lucas, Tuty Sabonis y Nicholas.


Salvo la baja de Marín y la mencionada de Mutakabbir, los equipos llegan sin problemas de última hora.


En el histórico, Palma se impuso en los dos partidos de la pasada temporada en LEB Oro, mientras que en LEB Plata ambos equipos coincidieron en la temporada 12/13 en la que cada uno se llevó el duelo disputado en su feudo.


Minimizar en vez de detener. Palma tiene en sus filas probablemente el jugador más determinante de la Leb Oro: “Don” Ricardo Guillén. Estamos hablando de un pívot de que mires por donde lo mires esta lleno de datos históricos, y en cada jornada está entre los más destacados dando un clinic en cada partido. Recordar su partido del año pasado con Clínicas Rincón frente al Oviedo en Málaga es un claro ejemplo. Este año, en un equipo que aspira a todo, su función es la misma: ser referente a sus 39 años. Primera opción en la mayoría de los sistemas, el equipo lo busca, y el se encuentra a gusto con plena libertad de poderes. Sus posteos en la zona, sus triples abiertos, sus continuaciones en el pick and roll, o simplemente pasar al compañero mejor colocado. Su inteligencia, su experiencia y su influjo sobre el juego provoca que se agoten los calificativos que se pueden verter sobre él. Unión Financiera debe tenerlo claro, detenerlo es imposible, prestar todos los esfuerzos sobre él es contraproducente, lo mejor es esperar que no tenga su día y diluir su efecto progresivamente intentándole cortar el suministro libre de balones.


Lo que necesites. Mikel Uriz es un jugador diferencial, no empezó el base muy fuerte, como esperando a que se ensamblasen los sistemas, pero una vez puesto los cimientos, Uriz se ha convertido en el maquinista total. Da a su equipo lo que precisa, ya sea anotar a través de penetraciones imposibles o tiros lejanos, asistir al compañero desmarcado, o dirigir a sus compañeros hacia la mejor opción. Su calidad hará que salten chispas en el duelo de bases frente a Ferrán Bassas, y Mikel querrá demostrar que su reinado sigue vigente.


Swingdependencia. Su última actuación en Pumarín acaparó todo tipo de portadas. Si ya era la revelación, ese partido le acabó de consagrar más allá de las fronteras de la Leb Oro. Sin embargo, Palma no es Coruña, y su defensa en números totales a lo mejor no es de las más vistosas, pero es muy pegajosa, activa, con continuos brazos tapando líneas de pase. Está claro que Swing tendrá sus opciones de anotación, pero será básico que sus compañeros se muevan, creen desequilibrios, y no permanezcan estáticos. En frente, no tendrá un rival fácil, Feliu ya parece estar a tope, con ritmo, y estando en forma es uno de los aleros altos que mejor juegan en esta liga.


Momento Miso. En un momento de la temporada donde Víctor Pérez es en defensa más voluntad que resultados, y Zaid Hearst se encuentra en el estado habitual de jet-lag de los rookies recién llegados, se hace necesario alguien que pueda parar a un cañonero (ojo a sus triples de 8 metros) como el pelirrojo Edu Durán, o el jugón Jorge Romero. Miso puede ser ese hombre, con ganas de verlo irse hacia el poste bajo cuando esté de base para sacar ventaja, jugar minutos de dos puede ser una solución en los dos lados de la cancha.


Ritmo alto. Si contra otros equipos de la parte alta con cartel de favoritos (Melilla y Palencia), el Oviedo Club Baloncesto se encontró que no pudo ejercer su ritmo alegre de juego por las férreas defensas de ambos, lo que le llevó a perder, en Palma encontrarán el otro lado de la moneda. Bahía San Agustín es un equipo que le encanta el ritmo alto, jugar alegre, con muy buena circulación de balón, pero sobre todo es efectivo, y en partidos así se encuentran como pez en agua. Es el equipo con mayor eficiencia ofensiva, pero lo mejor que tienen es que no les hace falta tener casi posesiones para conseguir puntos. Traducción: es un equipo muy peligroso, el segundo que más triples tira pero con un porcentaje de escándalo respecto a los otros equipos. Si Unión Financiera entra en una guerra de triples lanzados sin ton ni son el resultado será muy infructuoso.


Las tres caras. La versión que Kevin Van Wijk ofrezca este partido es de vital importancia. Lucas es un pívot incomodo que le encanta jugar por encima del aro y con muy buena selección de tiro, Tuty Sabonis es un incordio con su versatilidad y estado de forma, e incluso Nicholas puede jugar ahí con sus movimientos en la zona. Las versiones de Kevin son varias, frente al Melilla no estuvo, contra Coruña frenó a Beqa pero se estancó en ataque. Se necesita la mejor versión de Kevin como hemos visto en varias actuaciones, en ataque y defensa, para tener opciones de ganar este partido.


Sueños de Copa. Las expectativas de jugarla pueden crear una presión que no será tal con la nómina de jugadores del equipo mallorquín. La racha de victorias les ha dado una confianza que es difícil de romper. Pumarín, no es una cancha fácil, el público apretará, pero se necesita llegar al final con opciones para que el efecto “bombonera” se lleve su mérito.


 
 
 

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