Swing, estelar, marca la diferencia
- @ocbista
- 6 dic 2015
- 3 Min. de lectura
El buen arranque de partido, basado en un acierto exterior casi pleno no hacía presagiar las complicaciones que tuvo que afrontar el Oviedo Baloncesto para imponerse 98-95 a Básquet Coruña. Tanto se complicó el partido, que hubo de resolverse en una dura prórroga, a la que fue casi milagroso que se llegara tras la remontada de los coruñeses. Pero la capacidad de sufrimiento de los de Marco y un imparable Swing, inhumano en palabras de nuestro admirado @CmirasAvalos, fueron suficientes argumentos para que la victoria no se marchara hacia la preciosa ciudad gallega.
Como decíamos, en el primer cuarto vimos al Unión Financiera en su mejor versión: intenso, acertado desde el perímetro, robando balones y provocando pérdidas, algo a lo que contribuyó un Leyma Básquet Coruña muy desubicado y fallón, con problemas en la dirección con Creus y en el que Beqa era parado por Van Wijk. Y desde el primer minuto, Swing, mucho Swing. Especialmente fino en el tiro exterior, apartado en el que acabaría con 8 triples en 9 intentos, pero también en la penetración y el rebote. Con carácter, ese que le hizo levantarse con mala cara tras sufrir un golpe y buscar en la siguiente jugada imponerse a su rival para devolverle el golpe en forma de canasta magistral.
Tras el 32-14 de ese primer parcial, los coruñeses se mantuvieron en el partido gracias a unos buenos minutos de Zyle, muy acertado desde el perímetro, y a la efectiva defensa alternativa que planteaban a los de Marco, que se veían impotentes para meter el balón en la pintura en el día en que Cabanas volvía a las pistas tras una larga lesión. El OCB veía como su ventaja de +18 al final del primer cuarto iba menguando de forma paulatina, mostrándose muy parado en ataque y sobreviviendo en jugadas aisladas.
Cuando Básquet Coruña consiguió ponerse con ventaja de hasta cinco puntos (68-73) a mitad del último cuarto, los de Marco volvieron a entrar en el partido, aprovecharon los buenos minutos de Trist al que nutrieron de balones, y con un ataque mucho más equilibrado, lograron mantener el partido igualado hasta los instantes finales, a los que se llegó con empate a 83. En la última jugada, Bassas intentó la penetración pero su tiro fue taponado, por lo que el partido se fue a la prórroga, la primera de la temporada en Pumarín. La prórroga fue un calco de los últimos minutos del partido, con máxima igualdad, dos equipos mostrando carácter ganador y un poco más de suerte del Unión Financiera, que al igual que al final del cuarto periodo, tuvo ese plus que le faltó a Coruña por ejemplo en un triple de Stelzer que se salió de dentro.
El superlativo partido de Swing con 42 puntos y 6 rebotes para 48 de valoración le convierten en MVP del OCB, del partido y de la jornada y suponen record de la temporada. Exhibición mayúscula que eclipsa a todos los demás jugadores: en Básquet Coruña a un muy buen Olmos, muy productivo y efectivo cerca del aro (20 puntos, 8 rebotes, 22 de valoración), a un Ángel Hernández adaptado a su nuevo rol (14 puntos, 19 de valoración) y a un Gedyminas Zyle que mantuvo en el partido a su equipo cuando más cercano parecía el abismo (11 puntos, demostrando muy buena mano desde media y larga distancia). En el Oviedo CB los eclipsados por Swing fueron un Van Wijk que estuvo firme en defensa, Trist que durante el tramo final del partido fue el eje de rotación del ataque local (alcanzaría los 17 puntos y 6 rebotes, para 17 de valoración) y Bassas, con muchos mejores números que juego (12 puntos y 11 asistencias).
Con esta victoria el Unión Financiera vuelve al grupo de equipos que persiguen a Palencia y Palma, mientras que Leyma Basquet Coruña sigue sin salir de la zona baja de la clasificación, lastrado por la mala suerte en varios momentos de la temporada.
Comments