Palencia visita Pumarín: palabras mayores
- @ocbista
- 19 nov 2015
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No es habitual que el OCB protagonice el duelo estrella de la jornada, pero los enfrentamientos con Palencia tienen un aroma especial. No es un derbi, pero tampoco hace falta. La grandeza de estos encuentros reside en una historia corta pero muy intensa, con remontadas épicas, choque de estilos, triples sobre la bocina y una intensidad muy por encima de la media de la liga.
El del sábado a las 20:30 será el noveno enfrentamiento entre ambos equipos, con cuatro victorias para cada uno. En liga regular el balance es de 3-1 para Oviedo Baloncesto, mientras que Palencia ganó tres de los cuatro enfrentamientos en la semifinal del playoff de hace dos temporadas. Partidos casi todos ellos plagados de historias: la primera victoria del OCB a domicilio en LEB Oro fue en Palencia, las remontadas en Pumarín tanto en liga regular como en el playoff, la aplastante victoria de Palencia en el primer partido de la semifinal, la nueva victoria en el Marta Domínguez de la temporada pasada del OCB haciendo muchísmo daño a un equipo que en defensa era una roca... y el triple de Fornás en el último segundo del último enfrentamiento.
El Palencia de Porfi Fisac es el equipo que mejor ha empezado la temporada, haciendo buenos los pronósticos de algunos que lo situábamos por encima de Melilla y al nivel de Palma. En cuanto a su plantilla, Urko ha cedido el protagonismo a Barnes, que junto con Arteaga y Guillén es el interior de referencia en la LEB Oro. Por fuera, una pareja de bases capaces de resolver el partido, una nueva apuesta aussie como McCarron, el gran Blanch. Por dentro..., por dentro cuatro rocas que cierran el rebote y son la piedra angular del estilo que impone Fisac.
Por si el partido tuviera pocos alicientes, Palencia llega como líder con seis victorias consecutivas e invicto a domicilio, mientras que el Unión Financiera no ha perdido aún en Pumarín y llega en cuarta posición, con cinco victorias consecutivas y a sólo una de los de Fisac, a lo que darían alcance en cabeza en caso de lograr una nueva victoria.
Pero es que hay más: pendiente de confirmación oficial, La Nueva España anuncia que el Oviedo Baloncesto ha fichado a Andrés Miso, que viene para un mes y medio, pero que puede ser la pieza clave para cerrar un backcourt en el que la dirección dependía en exceso de Bassas, parcheada por el polivalente Swing mientras Marín lucha por salir de la enfermería.
El apartado de bajas, estable, es decir, no jugarán ni Cabanas ni Marín. En Palencia no hay noticias de que haya problemas para que viaje la plantilla al completo.
Las claves del partido
Factor X. Miso: no es oficial, aunque parece hecho. Viene para un mes y medio, pero cambia el panorama en la dirección del OCB por completo, y también altera el trabajo de preparación que haya podido hacer Palencia, que no podía contar con que se iba a encontrar a un equipo con un base más. Ya no parte Palencia con la ventaja de la superioridad númerica en la dirección, algo que por ejemplo Lleida aprovechó en el último partido.
Arranque inicial de McCarron. No acaba el australiano de romper, de hacer partidos perfectamente redondos, pero sus inicios de partido pueden ser demoledores. Quizás la ansiedad, las ganas de agradar le pesan por momentos, pero es un jugador capaz de llevar en volandas a Palencia para conseguir grandes parciales a su favor en escaso margen de tiempo. Será un reto pararle.
El muro Barnes. Despejadas todas las dudas de quienes las tuvieran durante la pretemporada, Barnes es un baluarte en defensa y un killer en ataque. Ha conseguido desplazar a Urko de la posición de estrella del equipo, y comanda un juego interior rocoso en extremo, que no concede segundas oportunidades y en el que el juego entre pivots es fundamental para generar superioridades. Cada ayuda sobre un pivot es aprovechada por el otro: los de Porfi no perdonan cuando están cerca del aro
Asfixia. Palencia no hace defensa press. Culminan ataque y vuelven con rapidez a sus posiciones defensivas. Pero ahí sí, hay ahogan al rival. No dejan espacios para circular el balón. Los interiores aprietan las líneas, los exteriores buscan anticipaciones. El carril para moverse es angosto y Palencia lo aprovecha para robar y salir...
Al galope. Palencia roba y corre. Provoca pérdidas y las castiga. No deja opción al error. Hay que ser preciso en el pase, hay que moverse para crear espacios. Y, sobre todo, hay que conseguir que den un paso atrás, metiendo el balón en la pintura y volviendo a sacarlo para tener una milésima de segundo para mirar el aro antes de soltar el balón.
Versatilidad. Aún más con Miso, casi cualquier jugador del OCB puede ocupar dos posiciones indistintamente. Los de Marco deben aprovecharlo porque sólo generando espacios con movilidad podrán romper la defensa de Palencia
1x1. Duelo entre dos equipos plagados de jugadores dotados para el cara a cara, para romper la defensa rival con una penetración. Bassas vs Dani Rodríguez, Swing vs McCarron. Cuchillos en mantequilla, pero las defensas de Palencia y OCB no son de mantequilla, son de las mejores de la liga.
Cuestión de forma. Un Fakuade que es todo explosividad y potencia con un tiro cada vez más fiable tendrá en frente a un Noval que demostro en Lleida que en los partidos de raza se crece y no se arruga. Y contra su ex equipo Palencia el partido será de calidad, pero seguro que también de mucha raza. Ambos jugadores llegan en un gran momento de forma y están llamados a protagonizar un duelo estelar.
El factor Pumarín, que en otras ocasiones ya ha impulsado al OCB en sus duelos con Palencia. A Porfi le gusta jugar aquí. Seguro que a Blanch también. Y a Urko. A los buenos jugadores les gustan los grandes ambientes.
En definitiva, un partido especial, de los que apetece vivir en la pista. Por eso el OCB es claro y llama a #llenarPumarín. El asalto al coliderato lo merece.
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