El OCB se impone pese a las dificultades interiores
- @ocbista
- 1 nov 2015
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Se presentó el OCB en el partido de ayer contra Cáceres sin Cabanas y con Pelayo, el base del filial de Liga Nacional como sustituto del cortado Crosgile. En el quinteto inicial salió Fernando Fernández quien empezó con problemas para defender a Jakstas, quien anotó con facilidad las dos primeras canastas, por lo que Marco le llamó a banda, le corrigió y, de inmediato, le sustituyó. A partir de ahí, el asturiano creció mucho a lo largo del partido, convirtiéndose en un pilar fundamental en ataque, aunque con ciertas dificultades para defender a su ex compañero. En rueda de prensa se preguntó a Bohígas, entrenador visitante que tuvo a sus órdenes a Fernández la pasada temporada, sobre la posibilidad de reconvertirle a alero. Su respuesta sirvió para reforzar la opinión de que por su físico más liviano sufre para defener a cuatros grandes, mientras que en el exterior es un jugador que abre bien el juego y es peligroso por su buena mano.
El sustituto de Fernando en ese primer paso por el banquillo fue un Kevin van Wijk que mostró su mejor versión, sobre todo en defensa, donde hizo pasar muchos problemas a Jakstas. El neerlandés afronta la temporada con el reto de consolidarse como cuatro y para ello se muestra muy agresivo en defensa, corrigiendo los problemas que tenía en Lugo en esa posición, donde se cargaba con facilidad de faltas al llegar tarde en las salidas para defender a cuatros abiertos. En ataque se mostró algo más errático durante los tres primeros cuartos, pero en el definitivo asumió la responsabilidad ofensiva del equipo: anotó desde fuera y se hizo fuerte en el poste para equilibrar un partido que estaba muy complicado a cinco minutos del final.
El primer cuarto fue de dominio visitante, aprovechando en ataque los buenos bloqueos de sus interiores para conseguir posiciones de tiro liberadas para sus compañeros, aunque con el acierto exterior de los de Marco el partido se fue igualando hasta el 21-19 con el que se llegó al final del primer cuarto. En los últimos minutos del mismo pudimos ver a Marín por fin de uno. Aún lastrado por su lesión, empezó a mostrar parte de su juego, con intensidad defensiva y largos brazos para interceptar balones, mientras que en la dirección subía el balón con la facilidad de la que carecía Crosgile, aunque se mostró poco imaginativo en el ataque posicional.
El arranque del tercero fue duro para el OCB, que encajó un parcial de 3-12 que colocaba el marcador en 24-30. Trist intentaba aprovechar los balones interiores, pero el grueso de la anotación llegaba desde el perímetro (15 de los primeros 29 puntos). Al mismo tiempo Swing se veía lastrado por la facilidad con la que cometía faltas, pues tras dos muy rápidas en el primer cuarto, la tercera no tardó en llegar en el segundo. Los de Bohígas sacaban provecho de su superioridad en la pintura, sobre todo aprovechando las salidas de los interiores del OCB para hacer 2x1 al base cacereño. Se llegó al descanso con ventaja visitante, 38-40, aunque quizás escasa para los méritos de uno y otro.
El OCB hizo una buena salida en el tercero y consiguió ponerse por delante gracias a una clara mejoría de su intensidad defensiva. Con Slezas jugando muy poco y Jakstas lagunar, pero haciendo mucho daño con su rapidez de movimientos en el poste, los cacereños buscaban mucho a Serrano, que se imponía con facilidad a su par. Se llegó al final del tercero con máxima igualdad 58-59.
El partido se habría de resolver en el último cuarto. Y Cáceres estuvo a punto de cerrarlo cuando a falta de cinco minutos estaba ocho arriba, aprovechando que sin acierto exterior, el OCB era incapaz de mantener el ritmo anotador de los de Bohígas, que sacaban rédito de las facilidades defensivas que estaba dando el equipo de Marco, que llegaba a permitir hasta tres tiros liberados desde el perímetro en una misma jugada.
Pero en el momento de máxima dificultad surgió la figura de Van Wijk, que como señalamos antes anotó un triple y se empezó a imponer en el interior. A los cacereños se les empezó a apagar la luz en ataque, varias pérdidas de balón, pasos, dificultades para circular el balón, les impidieron defender su ventaja, mientras que los de Marco jugaban perfectamente con el tiempo del partido, aupados por el aliento de la grada. Resultó fundamental también la decisión del técnico local de dejar en pista a Swing pese a tener cuatro faltas, situación en la que se encontraron también varios de sus compañeros en los minutos finales.
El MVP del partido sería compartido entre Trist, que fue capaz de sacar un gran rendimiento de los balones interiores pese a la inferioridad en la que se encontró en el poste, y Victor Serrano, auténtico dominador del rebote. El australiano hizo 19 puntos y 8 rebotes, mientras que el ex de Prat logró 8 puntos y 12 rebotes.
Además del buen partido de Fernando Fernández y de Van Wijk (sobre todo en la parte final), destacó en los locales un Víctor Pérez que seleccionó muy bien sus tiros y que en defensa está a un nivel muy superior al de la temporada pasada. Swing se mostró errático, bien defendido y muy castigado por las faltas, pero también determinante en los momentos decisivos con su acierto exterior y alguna penetración imposible. Bassas hizo un buen partido, de nuevo magistral en las asistencias, y con una ligera mejoría en la anotación; todavía no es el del año pasado, pero la progresión es evidente.
En Cáceres, un equipo muy coral en el que el bajo rendimiento de Slezas fue determinante, los mejores fueron Jakstas y Serrano, como hemos señalado, aprovechando su superioridad interior. En los exteriores aportó anotación Mockford, pero debe mejorar su selección de tiro, todo lo contrario que un Sergio Pérez que es un gran fichaje para esta liga y que sabe elegir en cada momento la acción correcta. Sin grandes números pero con jugadas de gran clase, Añaterve Cruz, y en la dirección un sólido Corrales aprovechando bien sus minutos en pista.
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