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El Oviedo CB vence desde la defensa

  • @ocbista
  • 24 oct 2015
  • 4 Min. de lectura

El Oviedo Baloncesto logró su segunda victoria consecutiva en Pumarín en un partido en el que casi siempre estuvo por delante de Ourense en el marcador y en el que la manifiesta mejoría de la defensa de los de Marco fue la clave. El OCB venía de recibir 61 puntos en los dos primeros cuartos en Logroño, y en la noche de ayer apenas encajó 68 en todo el partido. Es cierto que Ourense tiene dificultades en ataque, como recordó Gonzalo en sala de prensa. Pero el cambio en la forma de defender del Oviedo CB fue muy notable. Sirva de ejemplo que el primer desajuste serio no se produjo hasta el último minuto del segundo cuarto. Ourense planteaba un partido con sus jugadores muy abiertos, pese a lo cual la movilidad de la defensa de los de Marco les permitía reducir los espacios disponibles y dificultar la búsqueda de posiciones cómodas de tiro.


En ataque el Oviedo Baloncesto comenzó el partido alternando bien el juego interior y los tiros desde el perímetro. Tras un segundo cuarto en el que la defensa de COB mejoró e impidió a los de Marco sacar provecho de los bloqueos directos para sus tiradores, en la segunda mitad de partido hubo un cambio aún mayor: Ourense incrementó su intensidad en la pintura, pero empezó a tener problemas para defender a los exteriores del Oviedo Baloncesto. Víctor Pérez, van Wijk (espectacular con cuatro triples, uno de ellos desde más de ocho metros y sobre la bocina) y Swing acabaron por hacer mucho daño desde fuera.


La película del partido nos habla de una victoria trabajada del OCB, que pese a tener ventaja en casi todo momento, era incapaz de romper el partido a su favor. En el primer cuarto se fue cuatro arriba, aunque en dos ocasiones pareció estar a punto de acercarse a los diez puntos de ventaja. En el segundo cuarto, con Kapelan asumiendo la dirección de los visitantes cuando Rivero estaba en el banquillo, el marcador se apretó aún más, aunque en el tramo final el buen hacer de Swing permitió al OCB irse con 6 de ventaja.


En el arranque del tercero Gonzalo se vio obligado a pedir un tiempo muerto rápido para cortar los problemas defensivos en el perímetro. Tuvo éxito inmediato, ya que a la salida del mismo tres triples seguidos de Rivero y Kapelan hacían pensar en una reacción parecida a la que tuvo Ourense en Logroño. Sin embargo en ese momento el acierto de Víctor Pérez permitió al OCB respirar. A partir de ese entonces la superioridad de Ourense en el interior, con Agbelese aprovechando la ausencia de Trist, muy castigado por las faltas, era equilibrada por los de Marco desde el perímetro, hasta el punto de que el OCB en el último cuarto sólo anotó dos tiros que no fueran de tres.


Con el partido igualado a 60 a falta de siete minutos, emergió de forma definitiva la figura de Swing, para anotar un triple, robar un balón y hacer un mate que le dieron al Oviedo Baloncesto una ventaja que supo gestionar hasta el final (76-68).

En el Oviedo Baloncesto el MVP fue Bassas, que sigue dando muchas asistencias en esta temporada, aunque le cuesta penetrar como hacía el año pasado y desde el perímetro no es un jugador peligroso como era (apenas logró dos canastas en juego). El jugador clave fue sin embargo Swing. En los momentos importantes asumió la responsabilidad, aprovechando cada centímetro que le conseguía ganar a sus defensores, ayudando de nuevo en la dirección y en la pintura. Un habitual de la sección de destacados, Dan Trist, no tuvo su mejor día, ya que acabó excluído por faltas en lo que constituyó un partido clásico de rookie en proceso de adaptación. Pese a ello, acabó con 10 puntos en 13 minutos. Kevin van Wijk volvió a ser el de hace quince días. Su rendimiento en Pumarín es muy bueno y con cuatro triples en momentos clave fue casi tan decisivo como Swing.


También destacó la aportación de Fernando Fernández, en la medida que se lo permitió su escasa presencia en pista. Estuvo sólido en la pintura pese a los jugadores a los que se tuvo que enfrentar y que sigue mostrando que en la posición de cuatro abierto es un recurso muy importante para el OCB. Merece cada minuto que tiene e incluso parecen pocos para el rendimento ofrecido.


Quien sí tuvo mucha presencia fue Cabanas, beneficiado por los problemas de faltas de Trist. Tras la lesión es un jugador que necesitará tiempo para ponerse al mismo nivel físico que sus compañeros. Deja noticias positivas, sobre todo en el rebote, y negativas, como la mencionada falta de anotación y también las dificultades para imponerse a Agbelese.


La rotación de Marco sigue siendo corta. Sin Marín y con Diego Sánchez y Justin Crosgile perdiendo protagonismo, veremos si la excesiva carga de minutos a la que se ve sometida la primera unidad, especialmente Swing y Bassas, quien parece acabar cansado los partidos, puede irse corrigiendo.


Por su parte, Ourense es un equipo en construción, con jugadores jóvenes que buscan su sitio, bien en Oro, bien en ACB dentro de un año. Su pretemporada se solapa con el inicio de la competición y en el día de ayer tuvo el problema añadido de la lesión de Rejón, quien sólo participó en la parte final de partido. Pese a ello, en ningún momento se marchó del partido, algo que habíamos indicado que les caracteriza. El mal partido de Rowley, improductivo en ataque y castigado con una falta antideportiva en una jugada muy desgradable, se vio compensado por la buena actuación de nuevo de Rivero y Kapelan, quien demostró una notable capacidad de dirección. Junto a ellos, el MVP del partido, el recién llegado Agbelese, que pese al lastre de su escasa capacidad para anotar tiros libres, fue una pesadilla para Cabanas y se impuso con facilidad en el rebote.



 
 
 

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