Ourense ya es competitivo pese a la tardía planificación

Mañana el Oviedo Baloncesto intentará recuperarse del duro golpe que supuso la derrota sufrida en Logroño ante Clavijo. A partir de las 18:30 recibirá en Pumarín la visita de un Ourense que pese a tener su ascenso a la ACB garantizado, ha formado un buen bloque y ya es un equipo muy competitivo.

Ourense llega al partido como décimo clasificado, a la cola de un grupo de nueve equipos que llevan dos victorias en las tres jornadas disputadas, con un basket average desfavorable pese a haber perdido un único partido, pero de forma holgada ante Melilla en el debut de la temporada. En la segunda jornada, cuando parecía haber perdido el partido contra Clavijo al inicio del tercer cuarto (-19 a falta de seis minutos), logró darle la vuelta con un asombroso ejercicio de precisión desde el perímetro (seis triples en cuatro minutos), para acabar ganando 88-90.

Gonzalo cuenta con un equipo muy diferente del que logró el ascenso la temporada pasada, del que sólo siguen Rivero y Rejón. De los nuevos hay que destacar la capacidad anotadora de Kapelan, la fuerza interior de Rowley (fugaz ex OCB), el desparpajo de Barreiro, el crecimiento de Salash y un bisoño Ander Martínez aún muy desacertado desde el perímetro. Completan la rotación de Ourense, Ballesta, Zamora y Tomás Fernández que no están jugando aún demasiados minutos, y la reciente incorporación, el pívot Agbelese que ya debutó la semana pasada y que parece que tendrá un importante papel en el equipo.

Como señalábamos, el Oviedo Baloncesto afronta el partido con la necesidad de mejorar la imagen mostrada en el Palacio de los Deportes de la Rioja, donde apenas plantó cara a Clavijo. Sólo en el último cuarto, con los de Antonio Pérez Caínzos muy relajados por el +41 con el que llegaron al final del tercero, el OCB pudo maquillar el resultado, anotando casi tantos puntos como en los 30 minutos anteriores y reduciendo la diferencia hasta los +28. Muchas de las buenas sensaciones del partido contra Prat parecen hoy lejanas, aunque en la segunda mitad Trist se mostró como el seguro en la pintura que conocemos, y Swing, con un rendimiento más irregular que en jornadas anteriores, volvió a ser un anotador y reboteador prolífico. Pocas más noticias positivas dejó el partido de Logroño, salvo la entrada en la rotación de Cabanas y la impresión que deja Fernando Fernández de que puede ser un jugador importante en un papel similar al que tuvo Levesque el año pasado.

Al igual que la semana pasada, todo parece indicar que ambos equipos estarán al completo, si bien Marín no acaba de entrar en la rotación después de su larga lesión de pretemporada.

Este será el quinto enfrentamiento en LEB Oro entre ambos equipos, con un balance de tres victorias para Ourense y una para el OCB, lograda en el primer partido entre ambos, en un partido en el que el MVP fue Diego Sánchez y que se resolvió casi sobre la bocina tras una importante remontada de Ourense en el último cuarto, que a punto estuvo de asaltar el por entonces inexpugnable Fortín. Ambos equipos coincidieron también una temporada en LEB Plata, en la 2011/2012, la segunda del OCB en la categoría. En aquella ocasión los gallegos se impusieron en ambos partidos en una temporada en la lograron el ascenso.

Las claves del partido

Aunque sólo es la Jornada 4 es un partido de los que al final de temporada uno se acuerda, para bien o mal. El Oviedo Baloncesto viene de tocar suelo en Logroño y se enfrenta a un equipo que, en esencia, está culminando la pretemporada, con una plantilla con muchos jugadores jóvenes y en fase de rodaje, pero que ya está ridiendo bien, aún sin un objetivo.

En este buen rendimiento es fundamental la mentalidad ganadora y todo lo que transmite Gonzalo García de Vitoria. Su equipo hace la "goma" en los partidos, pero nunca se va de ellos, ayudado por la veteranía de sus jugadores clave, que hace que puedan llegar con opciones al final de partidos que parecían tener perdidos.

Como el OCB, Ourense es un equipo de rachas, de parciales devastadores en un abrir y cerrar los ojos, con especial incidencia aquí de Kapelan y Rivero. La defensa del COB no es muy agresiva en los momentos iniciales, pero aunque el OCB consiga sacar rédito de esta situación, debe mantener la concentración durante los 40' para evitar que los de Gonzalo puedan reventar el partido con un parcial de cinco minutos.

En la pintura Rowley cada dia va a más y con su físico y lo que sufre el OCB en el rebote puede ser un tormento. Será determinante sacarlo de verdad de su radio de accion al lado del aro. Junto a él, será importante minimizar el impacto de Agbelese cubriendo las posiciones de 4 y 5 en la segunda unidad, obtener ventajas con la movilidad de Trist y buscarle para conseguir faltas personales (y sacarles más rendimiento del que han dado hasta ahora los tiros libres). Rejón es un jugador que tradicionalmente hace sufrir a la defensa interior del Oviedo Baloncesto; aunque en estas primeras jornadas no está jugando al nivel que nos tiene acostumbrados, si el juego interior de los de Marco no se muestra más sólido puede ser un partido para que se luzca. Cabanas debutó la semana pasada y mañana ya tendrá que empezar a aportar la intimidación que se buscaba con su fichaje para equilibrar la balanza interior.

Una clave a la que damos especial relevancia es, al igual que la semana pasada, el duelo en la dirección. Rivero está siendo el faro de COB, asumiendo la responsibilidad en el momento decisivo de cada partido (2 victorias gracias a él). Bassas y Crosgile tienen un reto mayúsculo delante, pues si se le frena el OCB tendrá muchas opciones de victoria.

Swing debería aprovechar que tendrá enfrente a dos jugadores sub 20 para imponerse y producir de forma constante, mientras que a su lado Víctor Pérez tendrá un duelo determinante con Kapelan, atacándose y defediéndose mutuamente.

Vuelve el baloncesto a Pumarín, esperemos poder ver la mejor versión del Unión Financiera Oviedo, y solo podemos decir: "ven y vívelo".