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Otro punto de vista

  • @m_jordan9
  • 7 oct 2015
  • 3 Min. de lectura

El pasado viernes el Unión Financiera Baloncesto Oviedo sufrió una derrota sobre la bocina frente al CB Peñas Huesca. Tras una retransmisión frustrante, hemos podido visualizar el partido completo al fin en el siguiente enlace:


No es nuestra intención quedarnos con ese partido, dándole vueltas y sin superarlo. Al revés, la mirada debe estar en este sábado en Pumarín, pero ¿por qué no analizar algunas claves?. Sabemos cómo fue el partido, una primera parte regular, un acercamiento máximo, y una jugada final ante un equipo joven, luchador, y con un jugador diferencial como fue Lluis Costa. Lesiones: Sin que suene a excusa un equipo como Oviedo Club Baloncesto con once fichas, tener dos lesionados le condiciona mucho. En los equipos pequeños todos son importantes y, si faltan, se nota. Minutos: La distribución de minutos fue extraña, usando al estilo España en el Eurobasket una rotación de solo siete jugadores (Prieto tuvo siete minutos y Sánchez sólo cinco), que quedó en seis ante la lesión de Swing. En un equipo como el OCB son importante los roles y una distribución de minutos ahora mismo en fase de adaptación. Los 36 minutos que jugó Bassas, capacitado de sobra para ello, pueden pasar factura en forma de cansancio y que se cometan errores no esperados en minutos importantes (ejemplo: en el 4º cuarto tuvo una mala defensa, triple errado y pérdida de pase, todo seguido). Juego: Se podía pensar que hubo dos partes muy diferenciadas en el partido, pero ya en frío aunque hubo diferencia, no fue de tanta magnitud. Un factor clave fue la defensa: en la primera mitad se estuvo a un nivel menor de intensidad, dejando líneas de pase fáciles y permitiendo tiros liberados tanto en la bombilla como en el perímetro. En la segunda parte, una normalización de la defensa y el factor Swing ayudaron mucho a acercarse. Épica: En la primera parte Huesca, poco a poco, se fue distanciando en el marcador. Lejos de bajar los brazos el equipo siguió trabajando y llegó a acercarse. Sin embargo, llegados a este punto el equipo no consiguió ponerse por delante y rematar la faena, y tampoco dio impresión de que el Huesca se viera nervioso, jugando con mucho oficio ese último cuarto. Repliegue: Un equipo joven se presupone que va a correr. El déficit en rebote nos lastró y más puntos de los habituales vinieron en contraataque, un punto a mejorar será el repliegue defensivo y no conceder opciones fáciles. Última jugada: A toro pasado todo es más fácil, con empate a 75, unos dirán que habría sido mejor buscar falta, que Crosgile pudo hacer más, otros de usar otro defensor contra Costa… todo debate estéril ahora. A favor de Crosgile decir que en dos jugadas anteriores que protagonizó Costa lo había secado satisfactoriamente, y que la consigna parecía no hacer falta. Extrañamente nadie pregunto sobre esta jugada a Marco en rueda de prensa. Rebote: Como dice Marco en la Guía de la FEB, el equipo tiene que trabajar bien el rebote defensivo. La diferencia de 36 a 21 en contra es demasiado amplia. Entre los cuatro jugadores que jugaron de pívots sólo atraparon cinco, y esto es un punto a mejorar, necesitando a Van Wijk en su mejor versión, y protegiéndonos, porque en esta liga hay pívots muy buenos que viven de segundas opciones perfectamente. Microondas: Sabíamos que Swing era capaz de mucho, y su tercer cuarto fue una demostración enorme. Sin ese choque con Lafuente el destino del partido a lo mejor habría sido otro. En su debe, el OCB le necesita a tiempo completo y eliminar esa irregularidad lo más rápido posible. Run and Gun: El estilo de Crosgile, su capacidad de anotar, de tirar rápido y jugar a toda velocidad, le hace jugar minutos de escolta, y nos preguntamos dónde se le puede sacar mayor rendimiento. Al tener Huesca un backcourt bajito en físico ayudó a que jugará de dos. Le necesitamos en la dirección del juego. Eficacia: Si uno ve los números de Trist, con 80% de acierto en T2 y 17 puntos, se queda impresionado. Pero en su partido sí hubo dos partes diferenciadas. Le costó entrar en juego, muy sujetado por pivots más altos que él y recibiendo 2x1. Sin embargo, tras la lesión de Swing tomó la responsabilidad y abrió las vías para anotar. Su cifra de rebotes ha de mejorar, es imprescindible para su crecimiento y para el del OCB. Esto ha sido un breve resumen, lo que queda claro es que esto no ha hecho más que empezar, el sábado hay otro partido ya en Pumarín, y es la hora de hacer realidad ese “ven y vívelo”.


 
 
 

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