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Un ascenso en diferido que genera problemas y plantea retos

  • @m_jordan9 y @ocbista
  • 13 sept 2015
  • 7 Min. de lectura

Tras tres meses de incertidumbres, en los que la imagen del baloncesto español de clubes ha quedado aún más dañada de lo que ya estaba, parece que los implicados en el último dislate de las competiciones ACB-FEB han encontrado la solución al problema que le habían causado a Ourense. Así, el club gallego no jugará este año en la ACB como le correspondía como campeón del playoff de ascenso, si no que lo hará en la temporada 2016/2017. A esta situación se ha llegado tras un acuerdo entre COB y ACB que aún debe ser refrendado en Asamblea por los clubes que integran esta.


Se plantean varías dudas: Si COB cumple los requisitos, ¿por qué no se le inscribió antes?. Si no los cumple, ¿por qué se le inscribe? Ambas cuestiones quedan en segundo plano cuando estamos en el mes de septiembre y, efectivamente, COB no sabe donde va a jugar. De hacerlo en ACB se encontraría con el grave problema de que su plantilla aún no está hecha y por tanto no ha empezado a trabajar, por lo que en su lucha por la permanencia partiría de una clara situación de desventaja. Es indudable por tanto que para Ourense ahora sería un grave problema que se produjera en este momento su inscripción. A este respecto, tampoco está claro que pasa con el dinero depositado por COB ¿se lo queda la ACB, a cuenta del futuro ascenso, o se lo devuelve a los ourensanos hasta el próximo verano?


Ascender a Ourense “en diferido” implica al menos dos problemas evidentes: el primero de ellos es que se plantean serias dudas sobre el ńumero de plazas de ascenso que se disputarán esta temporada. El segundo, cual será el papel en la LEB Oro de un equipo que no competirá por lograr objetivo alguno.


En cuanto al número de plazas de ascenso, la ACB no debería tener competencia para decidirlas. Las normas establecen que han de ser dos. Que COB tenga garantizado el ascenso es algo que en nada debería afectar al resto de clubes, que tienen derecho a seguir compitiendo en las mismas condiciones que había hasta ahora: el campeón de la fase regular y el del playoff ocupan las dos plazas de ascenso, aunque rara vez la ACB los inscriba. Resultaría inadmisible que COB ocupase una de esas plazas, dejando sólo una para los demás. En relación con este problema, se plantea una duda ulterior: ¿Que pasaría si COB al final de temporada ocupa una de esas plazas de ascenso? ¿En ese caso sí se eliminaría la posibilidad de que ascendiesen otros dos equipos? El resto de clubes LEB no se han pronunciado aún sobre este particular, como tampoco lo ha hecho la Federación, quien durante todo este proceso ha preferido no pronunciarse sobre algo que afecta de forma gravísima a los intereses del baloncesto nacional.


Por lo que se refiere a la participación en la LEB Oro de un equipo sin objetivos deportivos, plantea dudas sobre la posibilidad de que este pueda afectar negativamente a la competición, aunque vistos los movimientos que esta realizando COB, no parece que vaya a esto se vaya a producir.


Este año de supuesto descanso activo le puede valer al club para organizarse, seguir profesionalizando sus estructuras, diseñar futuras promociones de marketing, afianzar relaciones con instituciones y sobre todo trabajar con los patrocinadores para convencerles de las bondades del proyecto. Puede parecer mucho tiempo, pero si el supuesto ascenso se da para la temporada 16-17 el club no debería de perder ni un día y dejarse caer en la autocomplacencia del tiempo restante, porque en estos tiempos los patrocinadores no vienen solos y hay que insistir en las puertas. La parte deportiva es más compleja, los plazos en lo que estamos, un año en Leb, deja mucho tiempo para ojear a jugadores con el perfil determinado que se quiera pero poco para ficharlo ya y que se empape del sentimiento cobista.


Otro parte importante de este aspecto es la afición, que se ha movilizado y no ha dejado solo al equipo; falta por ver como responderán de manera global, y que piensan de la situación creada, y sobre este año en tierra de nadie.



El futuro deportivo: conformar una plantilla competitiva


Llegados a este punto, en el que la configuración de una LEB Oro con 16 equipos entre los que estará COB parece inevitable, toca completar la plantilla con la que afrontar esta atípica temporada. Ya el año pasado el retraso del aval supuso una espera hasta que los demás equipos LEB dieron el visto bueno a la participación de Ourense, provocando también entonces que se dilatará en el tiempo la configuración de la plantilla. Sien embargo, visto el resultado final, parece que ello no influyó, mostrando los dirigentes ourensanos una asombrosa capacidad para hacer un gran equipo.


Esa demostración de capacidad de reacción se está empezando a ver que se repetirá este año, pese a que la situación es aún más complicada. Por un lado, los días que restan para el inicio de la liga son menos de 20, por otro el teórico ascenso aplazado plantea dudas sobre la conveniencia de realizar un gasto elevado en una plantilla que no competirá por alcanzar ningún objetivo. Sin embargo, la indudable profesionalidad del cuerpo técnico y de los integrantes ya conocidos de la plantilla es un seguro. Tanto Rejón como Rivero son jugadores que salen salen a competir siempre, y la dirección en la banda de Gonzalo García, además de su calidad como técnico, aporta el carácter de alguien a quien no le gusta perder, que es un gran gestor de grupos y, sobre todo, es capaz de mentalizar a sus jugadores hasta cotas insospechadas.


Actualmente, con cinco jugadores entrenando desde hace días, con el complemento de los jugadores del filial que disputarán la EBA, todo parece indicar que Rejón y Rivero seguirán en el proyecto COB como cabezas visibles y esperando a la ACB con un año más en su DNI. Salva Arco se ha ido junto a Miso a realizar la pretemporada con el Fenerbache turco dirigido por el gran Zeljko Obradovic, con la duda de si volverá al equipo o aceptará alguna oferta del extranjero mientras el club intentará apelar a la parte sentimental.


Dos jugadores profesionales más están realizando la pretemporada con el COB sin haber estado en la plantilla el año pasado: Jonathan Barreiro y Tomás Fernández. Fernández es uno de los jugadores que incluimos en nuestro articulo EBA para Oro y es un pívot joven trabajador, con nivel de sobra para ser rotación en Oro. Por otro lado, Barreiro puede pensar que es el único de sus compañeros más destacados (Rico, Yusta, Cate) que no da el salto a ACB, pero como expusimos en Real Madrid B, ser ACB a lo mejor no es la mejor opción en cuanto a minutos, exigencia y presión de resultados. Sin embargo, en esta LEB y de esta forma, esta joven promesa puede crecer y ser un jugador diferencial en esta categoría como otros jóvenes han sido antes.


Tras las dos últimas incorporaciones anunciadas durante el fin de semana (dos LEB Oro que estaban libres como Rowley y Salash reforzarán la pintura cobista), la duda que tenemos en ZonaOCB es cómo rellenar los huecos que quedan en la plantilla. Apostar por proyectos de jugadores para que sean ACB es complejo y caro, pero cubrirlos con otro tipo de jugadores ahorrando fichas puede desvirtuar la competición. El fichaje de Kyle Rowley desvela otra de las alternativas: contrato de dos años con posibilidad de corte al acabar el primero. Sin embargo, los jugadores con posibilidades de ACB en el mercado nacional no son muchos en la actualidad. Si miramos al extranjero, las opciones para poder hacer una lista se amplían. El periódico La Región señalaba hace unos días que el equipo estaba interesado en un base y un pívot exCOB; toda vez que la oficialización de los destinos de Movilla y Busma les elimina como opción, quedarían como candidatos de calidad en el puesto de pívot a Andy Ogide (200cm, 1987, Poitiers) o Jonathan Kale (204cm, 1985, Lourdes).


En el mercado nacional son pocos ya los jugadores sin equipo. De ACB son relevantes tres jugadores veteranos como el base Andrés Miso, el escolta Jaime Heras, y el alero Ben Dewar. En la LEB Oro se podía buscar la progresión de jóvenes como el escolta Joe Hart o el alero Albert Homs, repescar al pívot Aaron Geramipoor, elegir jugadores más contrastados como el base Carlos de Cobos, el escolta Jorge Romero, o el alapivot Nikola Cvetinovic. Incluso puede reforzarse el equipo a través de cesiones de jóvenes, como Ander Martínez, quien parece casi seguro que llegará al Paco Paz, u otros como los pivots Niang o Sabata.


En el exterior las apuestas pueden ser varias. Con una fórmula estilo Rowley podían resultar interesantes intentar atraer a jugadores como:


Mercado americano: el escolta jamaicano Jason Calliste (188cm, 1990, Maine), el alero Travis Bader (196cm, 1991, Rio Grande), el alapivot cotonou Omari Johnson (206cm, 89, Maine).


Mercado NCAA: el base liberiano Nimley (173cm, 1993, Charleston So.), el base Brett Comer (190cm, 1992, FCGU), el fino escolta Kevin Bailey (196cm, Portland), el alero Trawick (196cm, 1992, Georgetown), el atlético alapivot cotonou Kadeem Jack (206cm, 1992, Rutgers), o el pivot defensivo marfileño Adjehi Baru (206cm, 1991, Charleston).


Mercado europeo: el base cotonou Junior Cadougan (187cm, 1990, Avellino), el escolta anotador Brandon Triche (193cm, 1991, Virtus Roma), el alero lituano Tomas Dimsa (195cm, 1994, Zalgiris), el fuerte alapivot americano Mike Moser (203cm, 1990, Lietuvos Rytas); el potente americano alapivot Andrew Fitzgerald (202cm, 1990, Poitiers), el sobrio pívot USA Donnavan Kirk (206cm, 1991, Koroivos), los pivots serbios Andrija Bojic (207cm, 1993, Mega Leks) y Darko Balaban (211cm, 1989, Szedeak).


Con los fichajes y renovaciones ya anunciados por COB está claro que el equipo tendrá buen nivel. Que se cierre la plantilla y el equipo empiece a trabajar al completo parece cuestión de días y a partir de entonces esperemos que sólo tengamos que ocuparnos de cuestiones deportivas, y no del caos organizativo que afecta al baloncesto español.


 
 
 

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