Palma completa una plantilla repleta de talento
- @ocbista y @m_jordan9
- 27 jul 2015
- 2 Min. de lectura
Palma Air Europa - Bahía San Agustín, que había sido el primer equipo en incorporar jugadores para la próxima temporada, ha cerrado hoy su plantilla con el fichaje de Ryan Nicholas, estadounidense procedente de Lituania.
Nicholas es un interior móvil, duro, con buena mano, más un cuatro que un cinco, que se formó en Portland promediando 12.9 puntos y 8.7 rebotes y con un 38% en T3, lo que unido a su potencia en la pintura le convierte en un gran finalizador. Apoyado en su capacidad reboteadora y una buena habilidad para recuperar balones se puede erigir en un buen defensor. Su año rookie empezó en Alemania (MBC) con 5.4 pt y 3.2 rb, para acabarlo en Lituania (Dzukija) donde promedió 5.1 pt y 2.8 rb. Tras este año rookie irregular llegará a Palma con muchas ganas de demostrar la calidad que atesora.
Aquí os dejamos un vídeo de este jugador de un partido en el que anota 22 puntos y captura 5 rebotes (es el 32 naranja):
Nicholas es el único jugador que se ha incorporado al ambicioso proyecto mallorquín procedente de otra liga y el único que ocupará plaza de extranjero. Junto a él, Palma ha apostado por otros interiores con buena movilidad y capacidad para jugar lejos del aro: Javi Lucas (procedente de Valladolid), Tuty Sabonis y Richi Guillén (procedentes de Axarquía).
Además de contar con el mejor jugador de la LEB Oro, Guillén, Ángel Cepeda contará también en el perímetro con jugadores referentes en su puesto: Mikel Úriz, uno de los mejores bases (procedente también de Valladolid, como el mencionado Lucas y el otro base, el canario Alvarado), así como Miquel Feliu, el alero que vuelve a Baleares tras maravillar en Palencia y Burgos. Junto a ellos estarán la estrella de Plata Edu Durán y Khalid Mutakabbir, una pareja de escoltas que habrán que ver cómo se complementan, al tratase de dos microondas en la anotación.
La única duda que plantea este proyecto, claro favorito en esta corta liga, versa sobre la eventual dificultad que podría encontrar su juego interior ante un equipo con un cinco poderoso cuya defensa requiera muchas ayudas.
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