El baloncesto español se autodestruye

La felicidad que nos produce la incripción en Oro del Oviedo CB se ve empañada por el miedo que produce ver que las competiciones de baloncesto nacional continúan caminando hacia el vacío. La ACB, que ya había rechazado a Burgos por tercera vez, ha denegado también la inscripción a Ourense, por lo que como en 2013 volvemos a una situación en la que no habrá ascensos de LEB Oro a ACB. La ACB considera que los ourensanos no han superado la auditoría, por lo que en el mejor de los casos saldrán en Oro, aunque recurrirán al TAD la decisión de excluirles de la máxima categoría.

Al mismo tiempo, la desaparición de Valladolid y el descenso voluntario a Plata de Axarquía hacen que el único descendido, Prat, tampoco pierda la categoría. Al final todo lo sucedido en las pistas de la LEB Oro durante la temporada 2014/2015 carece de valor. No habrá ascensos y los únicos descensos serán por motivos económicos. La situación es aún más grave, por cuanto el primer equipo al que se debía ofrecer una plaza en Oro, CEBA Guadalajara, no sólo no jugará en esta categoría, sino que ni siquiera lo hará ni en Plata ni en EBA. El club alcarreño saldrá en Nacional. A estas horas desconocemos si se han inscrito en la LEB Oro Básquet Coruña y Burgos.

La creación de la ACB supuso una innovación que aportó aire fresco a la liga de baloncesto, pero el modelo está agotado. Sin una nueva refundación del sistema de ligas el baloncesto de clubes camina hacia la irrelevancia y, en último término, la desaparición.