La pintura es poesía muda
- @ocbista
- 1 mar 2015
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Aunque el Oviedo CB tenga merecida su fama de equipo peligroso desde la línea de tres, este año su fortaleza reside en la pintura. Así es como ha ganado hoy a uno de los equipos con mejor juego interior de la liga, imponiéndose en el rebote y anotando más puntos en esa zona de la pista en la que los rivales no esperan encontrarse un equipo tan fuerte.
En el primer cuarto apenas pudo ajustar la defensa sobre un CB Valladolid que salió con un inesperado plan de ataque. El equipo de la liga que menos triples intenta y anota salió con la intención de sorprender, lanzando cinco tiros desde la línea de tres en cuatro minutos y medio que le reportaron 12 puntos.
En esos momentos, sólo el acierto de Muñoz impidió que Valladolid consiguiera un amplio parcial de diferencia, logrando Álvaro 11 de los primeros 16 puntos del equipo. El Oviedo CB jugaba sin pausa, como impactado por el planteamiento visitante, lo que llevó a lanzar 10 veces desde la línea de tres en este primer cuarto, una cifra altísima cuya proyección llevaba a los 40 tiros de tres en el partido. Pese a ese difícil comienzo, se llegó al final del primer cuarto con un marcador bastante igualado (18-22).
En el segundo parcial la situación cambió por completo. La defensa de Oviedo CB se hizo inexpugnable para Valladolid, que era incapaz de encontrar posiciones de tiro, ni interiores ni exteriores. Durante los primeros minutos de este cuarto ambos equipos apenas lograron anotar, hasta que, en la parte final, y tras la entrada de un imperial Juan José García, Oviedo CB comienza a enlazar cada buena defensa con una contra aún mejor, lo que le permite romper el partido con un parcial de 14-3 en menos de cuatro minutos, para llegar al descanso con la ventaja de 11 puntos que le daba ese parcial (40-29).
Sin embargo, al volver del descanso el partido ya no es el mismo. Los locales pierden la intensidad defensiva y pasan de encajar 7 puntos en el segundo a recibir 26 en el tercero. Durante este periodo es en un primer momento Víctor Pérez quien más puntos aporta, confirmando la mejoría apuntada ya en Lleida. Después, Beau Levesque anota 10 puntos en apenas cinco minutos. Aunque Oviedo CB ya no era capaz de defender a Valladolid como había hecho en el periodo anterior, por lo menos el acierto anotador Pérez y Levesque le permitía no pasar apuros.
Pero en el último cuarto se añaden nuevos problemas. El equipo sigue sin defender como en el segundo, comete más faltas que suponen tiros libres para los visitantes y además no encuentra la forma de atacar. Es incapaz de gestionar correctamente la ventaja, y alterna ataques demasiado acelerados en los que no utiliza el reloj a su favor, con otros en los que apura la posesión para acabar con un tiro mal seleccionado. El acierto exterior de Sergi Pino y varias canastas de un Uriz que hizo un partido superlativo llegan a colocar a Valladolid apenas 2 puntos por debajo. Con la grada temiéndose que se repitiera la historia vivida en el último partido, el Oviedo CB consigue mantenerse por delante en el marcador gracias al trabajo en la pintura de Tresnak y Juan José García y a los puntos anotados desde la línea de tiros libres (desde ahí logró Oviedo CB 7 de los últimos 9), sobre todo por un Bassas que no tuvo su mejor día en la dirección.
Esta victoria permite al equipo encadenar dos victorias por segunda vez en la temporada y mantener las esperanzas de alcanzar un puesto en el playoff, tras las derrotas de Melilla y Básquet Coruña. También deja muy buenas sensaciones en cuanto a la calidad de los jugadores interiores: a las constantes buenas actuaciones de Cvetinovic y Juan José García se añade otro gran partido de Tresnak, quien en estas últimas jornadas está demostrando el talento que se le presuponía.
Capítulo aparte merecería Beau Levesque, quien logró 14 puntos y 3 rebotes para 17 de valoración en apenas 15 minutos, números muy buenos pero que no reflejan la enorme importancia que tiene en el juego del equipo. Cada semana mejora en defensa, selección de tiro y movimientos sin balón. Estas virtudes se suman a sus ya conocidas capacidades para el rebote y para postear, convirtiéndole en un jugador al que la afición de Pumarín ve como una pieza fundamental para el futuro.
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