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Inconformismo

  • @ocbista
  • 24 feb 2015
  • 4 Min. de lectura

La incorporación de Sandro Carissimo tras la salida de Will Neighbour fue bastante sorprendente pues mientras que en la pintura el equipo parecía que necesitaba otro jugador con capacidad reboteadora, la posición de base estaba perfectamente cubierta con Bassas y Creus. El primero está realizando una temporada muy completa, siendo el tercer mejor asistente de la Adecco Oro (con 4,9 por partido) y con muy buenos porcentajes de tiro (49% en T2 y 37% en T3). Su valoración por partido (13,6) le acredita como uno de los mejores bases de la categoría, más aún teniendo en cuenta que dispone de bastantes menos minutos por partidos que quienes le disputan ese honorífico trofeo, que el año anterior correspondió al también ocbista Fran Cárdenas. Por su parte, Joan Creus había llegado en verano procedente de ACB, donde había promediado quince minutos por partido, y parecía que llegaba a Oviedo con la intención de dar un paso atrás en cuanto a categoría, pero para coger el impulso necesario para un jugador que había llegado a la ACB siendo muy joven y que parecía que se había atascado en Manresa.

Hoy Creus ha finalizado su relación con el Oviedo CB, lo que da más sentido a la llegada de Carissimo. Habrá que entender que el jugador catalán no estaba dando lo que Guillermo Arenas pretendía y que las dudas que tuviera se han despejado por el gran rendimiento de Sandro. Tanto en pretemporada como en los primeros partidos de la liga había cierto consenso en que a Creus le estaba costando dar el nivel que se le presuponía (su valoración media en los seis primeros partidos de liga apenas fue de 4,6 puntos). Sin embargo, transcurrido el primer mes y medio de competición se vió una clara mejoría en su juego, logrando una valoración media de 9,75 entre las jornadas 7 y 15 e incluso alcanzando el MVP del equipo en dos jornadas, la novena frente a Burgos y la duodécima frente a Axarquía. Este partido, por desgracia, da la sensación que marcó un nuevo punto de inflexión en su temporada.

Con la ausencia por lesión de Bassas, Creus disputa casi completo el partido contra Axarquía, logrando ser el MVP del equipo, pero su permanente intensidad en defensa le lleva al límite y acaba por realizar un mal gesto que le supone una lesión de tobillo en su mejor momento de la temporada y cuando el otro base del equipo estaba lesionado, lo que le podría haber llevado a disfrutar de más minutos de los que había tenido hasta ese momento.

En la jornada siguiente no puede disputar el partido, lo que obliga a Guillermo Arenas a jugar con Víctor Pérez como base. Y en la última de la primera vuelta apenas puede disputar diez minutos frente a Palma, aunque se le ve todavía con molestias. Incluso en el siguiente partido frente a Prat, con una gran actuación con la que logra 12 puntos de valoración pese a haber anotado sólo 3 puntos, no parece estar plenamente recuperado. Y a partir de ahí, aunque sigue disponiendo de minutos, su rendimiento vuelve a caer a niveles parecidos a los que había tenido en el inicio de la primera vuelta (2,7 de valoración media en los siguientes cuatro partidos). En los últimos dos partidos ni siquiera llega a jugar, al tiempo que Carissimo asombra por su fulgurante adaptación al ritmo competitivo.

En definitiva, teniendo en cuenta que no es habitual tener tres bases en la plantilla y que Sandro está aportando mucho más de lo que algunos creíamos que podía dar tan pronto, la salida de Creus no sorprende, teniendo en cuenta además que su juego es más parecido al de Bassas y que Carissimo puede aportar características diferentes. Aunque entiendo su salida, a mi es un jugador que me parece que cumplía con solvencia el papel de segundo base y que podría ser muy útil el año que viene, en el que se me antoja casi imposible que Ferrán Bassas no juegue en la ACB o, al menos, en un equipo puntero de la Adecco Oro.

En mi opinión Creus ha tenido un punto de mala suerte en Oviedo. Se ha encontrado peleando por el puesto con un Bassas extraordinario, que ha sorprendido incluso a los más optimistas, entre los que me encuentro, y la lesión que sufrió en diciembre le llegó en su mejor momento de forma. Se va de Oviedo dejándome la sensación de que es mejor jugador de lo que ha demostrado (en la jornada 20 era el 8º base con mejor ratio de asistencias/pérdidas de la liga, mejorando al mismísimo Bassas) y que le ha faltado confianza en su capacidad anotadora, cuando su porcentaje de acierto en tiro de tres (39%) justificaría que asumiera mucho más esa responsabilidad.

Una vez más, como en las salidas de Neighbour y Schreiber y en las llegadas de Cvetinovic y Carissimo, el club demuestra su constante voluntad de mejora. Y estoy seguro de que, como en esas ocasiones, es la mejor decisión. Como siempre.


 
 
 

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