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BEAU LEVESQUE, UN TALENTO EN PROGRESIÓN

datos y redacción @ocbista, idea y dirección de @m_jordan9, 07/05/2015

 

En una temporada muy marcada por la difícil adaptación de los jugadores que habían sido incorporados al Oviedo CB durante el pasado verano, hay un jugador cuya evolución le ha llevado a convertirse en uno de los pilares del equipo y en una de las grandes promesas de la LEB Oro.

Beau Levesque llegó junto con otros dos rookies, Will Neighbour y Kyle Tresnak, así como el ya experimentado Schreiber para completar el juego interior de un equipo que tenía que suplir las bajas producidas por las salidas de Van Wijk, Fitzgerald, Spasojevic, Héctor Maciá y Garrett.

Las mayores expectativas estaban depositadas en Neighbour y Tresnak, jugadores con prestigio en sus Universidades y que parecían llamados a liderar al equipo desde la pintura. Mientras tanto, Levesque parecía que llegaba para ocupar un lugar secundario en la rotación, como ala pivot con facilidad para el tiro de tres, siempre por detrás de Neighbour y Juan José García.

 

Aunque Neighbour llegó lesionado del hombro, lo que en teoría beneficiaba las aspiraciones de Levesque, los primeros partidos de éste en Oviedo durante la pretemporada dejaron serias dudas sobre su adaptación.

 

En el debut en liga del Oviedo CB Levesque apenas dispuso de dos minutos y medio en pista en los que su aportación se limitó a cometer dos faltas y fallar un tiro de dos. Y, aunque en el primer partido en Pumarín, frente a Breogán, aprovechó bien sus escasos nueve minutos en pista, eso no le sirvió para tener ni un solo segundo frente a Navarra.

 

Tres partidos disputados y muchas dudas en un jugador que no estaba sacando partido de la ausencia de uno de sus competidores por el puesto, un Neighbour que seguía sin estar disponible para Guillermo Arenas. Pero la situación empezó a cambiar de inmediato. Desde la cuarta jornada hasta la decimosexta (después de la cual sufriría una lesión que le mantuvo fuera de las pistas durante tres partidos), comenzó a ganar regularidad en su juego. Sufría en defensa, sí, y tenía algún partido malo (frente a Lleida en la jornada 6 o en Huesca la 10), pero sus números empezaban a despegar: anotaba con regularidad (7,5 puntos por partido) y era constante en el rebote, sobre todo ofensivo (4 rebotes por partido, de los que casi 1,75 eran ofensivos).

 

Se había asentado en el equipo como segundo ala pivot en la rotación, desplazando a Neighbour, que no encontraba su juego, y aprovechaba bien sus 17 minutos en pista por partidoa, dejando la sensación en buena parte de los aficionados de que había una auténtica perla. Un jugador muy constante en sus números, agresivo en el rebote ofensivo, rápido en sus movimientos en la pintura y difícil de defender por su movilidad.

 

Y llegó la lesión, que podía haber cortado la progresión de Levesque, pero no fue así. Al contrario, volvió habiendo mejorado sus capacidades defensivas en dos partidos complicados: derrota abultada en Melilla, con todo el juego interior muy lastrado por las lesiones y por la salida de Neighbour, y mazazo sobre la bocina frente a Palencia en un día en el que Beau falló sus seis intentos de triple, con la sensación de que los de Lezcano le dejaban tirar, confiados en su mal día. El equipo estaba en su peor momento de la temporada, pero se levantó con dos grandes victorias en las que Levesque fue fundamental: frente a Lleida y Valladolid realizó dos de sus mejores partidos de la temporada: excelso en el tiro, trabajador en el rebote y sin cometer apenas faltas, su aportación seguía mejorando partido tras partido.

 

Tras un paréntesis en los partidos de Burgos (nefasto por parte de casi todo el equipo, salvo el maravilloso Cvetinovic) y Huesca, en que sufrió muchísimo para defender a los cuatros de Quim Costa, terminó la temporada como un jugador exultante, promediando en los últimos cuatro partidos 13,5 puntos y 4,75 rebotes, para una valoración de 15,25 en 27:13 minutos por partido.

 

La progresión de Beau Levesque se ve de forma muy clara en el siguiente gráfico en el que se muestra la evolución de la media acumulada de sus puntos anotados y de la valoración obtenida. Siempre en ascenso, Levesque es un jugador por el que apostar, con múltiples virtudes, pero sobre todo con una gran capacidad para crecer y aprovechar al máximo el trabajo realizado en los entrenamientos, que le ha llevado a ser en los últimos diez partidos de liga el tercer jugador con más minutos en pista y con más rebotes, así como el cuarto en anotación y valoración, superado en ambas clasificaciones sólo por Álvaro Muñoz, Ferrán Bassas y Nikola Cvetinovic. Además, ha sido el segundo jugador con mejor ratio de puntos anotados por minuto disputado, sólo por detrás de Cvetinovic.

Para poner en contexto los números de Beau Levesque es imprescindible compararlos con los del algunos de los interiores con pasado en el baloncesto universitario americano que han debutado en LEB Oro este año. Entre ellos ha destacado desde el primer momento Shawn Glover, referente en la pintura en Palma, muy regular en su aportación, lo que le ha llevado a ser uno de los máximos anotadores de la liga. Junto a él, la imparable progresión Fieler (Ourense) y Carlson (Clavijo), especialmente vertiginosa la de este durante la segunda vuelta, en la que se ha convertido en uno de los jugadores más interesantes de la liga. Por último, Kyle Tresnak, cuyos números han sido mucho más regulares a lo largo de la temporada, pero en quien se intuye también margen de mejora para el futuro, ya esbozada en este año.

Por último, la gran capacidad de mejora de Levesque a través del trabajo diario se hace patente también los siguientes cuadros, en los que se comparan los puntos, rebotes, valoración y minutos de la primera vuelta y los de la segunda, no sólo para los interiores incluidos en las gráficas anteriores, sino también para Troutman (Huesca) y Edwards (Breogán).

Anotación

Valoración

Rebotes

Minutos

Los jugadores procedentes del baloncesto universitario con frecuencia necesitan tiempo para adaptarse a un conjunto de cambios que se producen en muy poco tiempo. Cambian las reglas, los ritmos de juego, los sistemas y no sólo eso, también la cultura del país y la lengua. Pero ese trabajo de adaptación es una inversión de futuro cuando hablamos de jugadores con talento y muchas ganas de trabajar para obtener el máximo aprovechamiento de sus cualidades. En el caso de Levesque, la inversión está hecha. Ojalá sigamos disfrutando de los rendimientos en las próximas temporadas, en las que sin duda seguirá creciendo.

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